¿Cómo responden los ciudadanos ante la extorsión?

El autor del libro “Resisting Extortion: Victims, Criminals and States in Latin America”, Eduardo Moncada, se presentó en un webinar, organizado por el Centro de Estudios sobre Seguridad, Inteligencia y Gobernanza (CESIG), del ITAM, para presentar los resultados más fundamentales de su investigación y publicación.

El invitado comentó que el libro se escribió después de un amplio trabajo de campo en Colombia, Salvador y México, lugares en los que recolectó entrevistas individuales y con grupos focales, además de la realización de ejercicios de dibujo participativo. El objetivo de la investigación es explicar el cómo y por qué las víctimas desarrollan distintas estrategias para resistir la extorsión criminal, señaló.

Papel de la autoridad

La respuesta de los ciudadanos a la violencia depende del estado en el que se encuentre la autoridad, mencionó Moncada. Esto quiere decir que una autoridad puede clasificarse como una autoridad capturada, o bien, como una autoridad independiente. Esta última tiene las capacidades para actuar contra la violencia. Por otra parte, la policía, puede ser un aliado o puede llegar a convertirse en un ente que las personas evitan por temor a ser víctimas de más violencia.

En ciertas situaciones, para los ciudadanos la forma de resistir la extorsión y la violencia es por medio de la acción propia, afirma Moncada. Las personas pueden decidir crear grupos de resistencia, los cuales pueden llegar a trabajar de la mano de la autoridad o de forma independiente. De acuerdo con el investigador, uno de los problemas de cuando actúan independientemente, es que estos grupos en algún punto se pueden convertir en grupos de extorsión. Esto sucede bajo la premisa de que el dinero que reciben es a cambio de mantenerse defendiendo el territorio y evitar el surgimiento de grupos violentos.

Defensa de los ciudadanos

Una de las formas de resistir a la extorsión, mencionó el invitado, es no dar todo lo que pidan, utilizar trampas retóricas o hacer declaraciones políticas. Asimismo, señaló que el vigilantismo, cuando es realizado de forma correcta, puede evitar el descarrilamiento de las autoridades. Ya que, trabajando de la mano con la autoridad, se han dado casos en los que se limita la violencia, como se demostró en el caso de Tancítaro.

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